miércoles, 21 de agosto de 2013

Cuatro años no son nada

En algo más de cuatro años...


Vuelvo a ustedes con nuevo material. No se trata de alguna historia escrita esta vez, sobre todo debido a que mi tiempo se ve enfocado en leer (para la facultad) y no escribir. Por eso se me ocurrió traerles este popurrí de diferentes dibujos que fui realizando a través de mi vida universitaria. Muchos de estos dibujos fueron echos con furia, otros tantos fueron con desgano, y recién los de los últimos meses, con dedicación (aviso importante: no están en orden cronológico). Sin mas preámbulos, con ustedes: arte universitario.

(nota: los tamaños están adaptados, algunos de estos dibujos miden menos de lo que parece)

jueves, 30 de mayo de 2013

El fin de la Hermandad

    Después de darme cuenta que no soy el único que escribió sobre la señora de Wakefield (ver la publicación anterior), o por lo menos no el único que hizo público su escrito; sumando a que hace bastante tiempo que no subo un cuento, decidí hacerles entrega de otro trabajo que realicé para la facultad hace unos años. Además este es mucho más negro, en contra del romanticismo del anterior post. ¡Enjoy it!


   Ya nos habíamos reunido, incluso antes de que anocheciera. Todos mis hermanos cuchicheaban noticias que el viento traía y se llevaba -vaya a saber uno qué tan reales eran- acerca de Nosotros y Ellos. Nuestra familia se mantenía unida aún, pero las noticias mentían con la verdad que otras habían sido masacradas, arrancadas de cuajo, y su espacio era llenado por ruido de botas, roces de traje y muros de cemento.

Pequeña Descripción literaria de la Señora, viuda o no, de Wakefield

       De vuelta luego de las fechas de parciales que me impidieron acercarles alguna recreación para sus ojos y sus mentes, les traigo este pequeño cuento que escribí hace unos años ya. Si alguien no sabe quién es Wakefield, personaje del genial Hawthorne, se los recomiendo. Una joya que pueden leer en: www.bibliocomunidad.com. Espero que lo disfruten (ambos).


     Siempre recordaría esa sonrisa. La cara de su marido apenas asomada entre la puerta y el ancho marco de madera oscura llenaría cada noche de los veinte años que compartió su lecho solamente con las frías sábanas y la humedad de las mañanas inglesas.


     Su historia puede dividirse varias veces. Primero fue una vida de niña y adolescente solterona. No importaba su belleza, sus buenos modales, su moderación al opinar o comportarse, su inteligencia algo más sensible que las demás. Pocos hombres la cortajaban y la mayoría no llegaba al mes de conocerla para reducir toda relación a una mera amistad.

jueves, 18 de abril de 2013

Marcos y el Pequeño Hombre: Autoconocimiento

    Era temprano a la mañana y a Marcos le dolía la cabeza; y eso que recién entraba al aula. Sabiendo que los del fondo son vigilados y los del frente observados con más facilidad eligió un buen lugar en el medio y contra la pared de la izquierda del aula, para poder apoyar la cabeza. Sus compañeros gritaban intentando superar el ruido ambiente que crecía más y más a cada minuto.

jueves, 11 de abril de 2013

La Cresta que casi fue


    Buenas noches, mis pequeños punkecitos ¿Cómo están? Hoy les traigo un cuentito que se llama "La cresta que casi fue".