Después de darme cuenta que no soy el único que escribió sobre la señora de Wakefield (ver la publicación anterior), o por lo menos no el único que hizo público su escrito; sumando a que hace bastante tiempo que no subo un cuento, decidí hacerles entrega de otro trabajo que realicé para la facultad hace unos años. Además este es mucho más negro, en contra del romanticismo del anterior post. ¡Enjoy it!
Ya nos habíamos reunido, incluso antes de que anocheciera. Todos mis hermanos cuchicheaban noticias que el viento traía y se llevaba -vaya a saber uno qué tan reales eran- acerca de Nosotros y Ellos. Nuestra familia se mantenía unida aún, pero las noticias mentían con la verdad que otras habían sido masacradas, arrancadas de cuajo, y su espacio era llenado por ruido de botas, roces de traje y muros de cemento.